El próximo miércoles por la tarde, a las seis y media, será jueves. A diferencia de los demás países europeos, España adelantará medio día de la semana con el fin de aumentar todavía más el ahorro energético. De este modo los jueves comenzarán a las seis y media de la tarde de los miércoles. Según el Ministerio de Fomento, las horas sobrantes de las tardes de los miércoles, que serán ahora ocupadas por los jueves, se guardarán en una cámara acorazada del Ministerio de Defensa para cuando hagan falta. En el Centro Superior de Investigaciones Científicas se contemplan varias soluciones para conservar esas horas sobrantes, a cual de ellas más descabellada. La más sencilla consistiría en congelarlas a 178 grados bajo cero, pero algunos especialistas creen que muchos minutos morirían por debajo de los 97 grados. La solución que cuenta con más partidarios es la de convertir todas esas horas a segundos y luego liofilizarlas. La Asociación Nacional de Astrónomos ha criticado duramente la medida, y ha dicho que si se empieza a jugar con el calendario solar tendremos problemas con las alineaciones planetarias y toda esa mierda, y que habrá follón en el universo. Sin embargo, el Gobierno piensa seguir adelante, y si la medida tiene éxito se contemplará inmediatamente la posibilidad de adelantar siete años a fin de acabar ya con la pertinaz crisis que nos azota. Este adelanto, que supondría plantarnos en 2018, de golpe y porrazo, cuenta con las simpatías de un gran sector de los jóvenes y de las familias con abultadas hipotecas, pero ha causado cierta desazón entre los ancianos.
Sherlock... buscando pistas
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