sábado, febrero 23, 2013

Premios Joya

Mientras veía los Goya, me vino a la cabeza una injusticia: con la de premios que se otorgan en España, y nadie ha convocado unos premios sobre la corrupción. Es un desprecio a muchísimos implicados en corruptelas que lo están haciendo de cine. Y merecen un reconocimiento. Vaya joya de personal. Podrían denominarse así, Premios Joya. Lo petarían.

La gala se celebraría en algún sitio emblemático: la sede embargada de Convergència o Mercasevilla o el restaurante La Camarga, que tiene buena acústica. Urdangarin y la infanta Cristina presidirían el acto. A su llegada, sonaría el himno de Suiza, país tan querido por muchos de los presentes. Y, de paso, evitaríamos los pitos al himno español. Sería una gala reivindicativa, con mensajes en contra de la dación en pago y a favor de los billetes de 500 euros.

Estaría bien que el presentador tuviera experiencia en el sector del cine y en el del pillaje. Pues quién mejor que alguien que ha estado en la trena y ha trabajado en 'Torrente: el Dioni'. Entregarían los premios personajes que hayan sido una joya y que ahora no estén de moda, como Roldán. El premio, por cierto, sería una estatuilla con la cara de uno que nos haya dejado de piedra y haya pintado mucho. Por ejemplo, el exministro Jaume Matas.

Uno de los premios que se concederían sería el Joya al mejor montaje. Podría ser para la empresa que grabó la comida entre Alicia Sánchez-Camacho y la expareja de Jordi Pujol Ferrusola. Es la vida secreta de las palabras. Y el premio a la mejor actriz secundaria podría recogerlo Ana Mato. En su discurso, seguro que tendría palabras de agradecimiento para su exmarido. Mejor... imposible. Tras este premio, actuarían unos payasos .

BÁRCENAS, ACTOR DE REPARTO
Antes de proseguir con los premios, veríamos unas emotivas imágenes en un 'videowall'.Entre enormes aplausos, aparecerían inolvidables personas que ya nos han dejado, como Paesa (cuando no está muerto, vive fuera de España). Después, seguiríamos premiando. El premio al mejor actor de reparto podría llevárselo Bárcenas, por haber repartido más sobres que el cartero que siempre llama dos veces. Y el Joya al actor revelación podría ser para Arturo Fernández, de la CEOE, por una nueva aportación al color del dinero: negro.

Además, el Joya al mejor guion podrían dárselo a los responsables del 'caso Pallerols'. Está a caballo del suspenso y el suspense a lo Hitchcock: los pájaros se van al final para casa pese a ser declarados culpables. Por su parte, el premio a la mejor banda sonora podría recogerlo su cabecilla, Millet, por su versión de 'Los Miserables'. Tras esta entrega, actuaría Isabel Pantoja, cantando un cariñoso tema en homenaje a Julián Muñoz.La gala podría concluir con dos premios más. En primer lugar, el destinado a la mejor producción extranjera. Podría ser para la ministra de Educación alemana por haber copiado su tesis doctoral. Y, para finalizar, el Joya de honor. Podría recaer en Carlos Fabra en reconocimiento de toda una vida dedicada a ser un presunto inocente.


Jordi Évole
Fuente: www.elperiodico.com



Sherlock... buscando pistas




miércoles, febrero 20, 2013

Cómo empezar una revolución



Una historia sobre el poder de la gente para cambiar el mundo y sobre un hombre que durante más de 50 años ha ayudado a los pueblos a derrocar a sus dictadores. Su nombre es Gene Sharp y aunque él sea un desconocido en muchos lugares del mundo, sus 198 métodos para hacer una revolución han encendido la mecha en varios rincones del planeta.

El poder de la resistencia no violenta
Desde muy joven, su formación le llevó a querer transformar el mundo en un lugar mejor y a dejarlo en mejores condiciones que cuando lo encontró. Tenía muy claro que la mejor manera de luchar contra los regímenes autoritarios era hacerlo a través de la resistencia no violenta. Su sencillo manual "De la dictadura a la democracia", traducido a 30 idiomas, ha traspasado fronteras clandestinamente. Las últimas tecnologías lo han extendido como la pólvora y su idea de que existe una poderosa alternativa al conflicto violento ha prendido en revoluciones como la serbia, la ucraniana, la iraní o las más actuales de la "primavera árabe".

Armas económicas, psicológicas y sociales contra la opresión
"Como empezar una revolución" ilustra con testimonios y archivo, algunas de las formas de rebelión como el boicot económico, la desobediencia civil o las protestas, aplicadas en diferentes contextos políticos. Los activistas de las revoluciones serbia, ucraniana o la egipcia nos cuentan cómo siguieron los métodos de Gene Sharp y derrocaron a sus tiranos. Combatieron con armas económicas, psicológicas y sociales, la lucha más poderosa contra la opresión, la injusticia y la violencia.

Protagonismo recuperado gracias a internet
Las teorías de este erudito americano de 83 años continúan transmitiéndose masivamente en la actualidad a través de internet. Desde Birmania a Túnez, los logros han sido incuestionables y gobiernos como el de Venezuela o Irán le han acusado de trabajar para la CIA, en favor de la política expansionista de Estados Unidos.

Los actuales líderes de las revoluciones árabes, que en este momento se están llevando a cabo, cuentan cómo las teorías de Sharp calan en el pueblo y provocan, que la gente oprimida pueda alcanzar la libertad de forma autosuficiente.

jueves, febrero 07, 2013

El triunfo de los mediocres.

Quienes me conocen saben de mis credos e idearios. Por encima de éstos, creo que ha llegado la hora de ser sincero. Es, de todo punto, necesario hacer un profundo y sincero ejercicio de autocrítica, tomando, sin que sirva de precedente, la seriedad por bandera.

Quizá ha llegado la hora de aceptar que nuestra crisis es más que económica, va más allá de estos o aquellos políticos, de la codicia de los banqueros o la prima de riesgo.

Asumir que nuestros problemas no se terminarán cambiando a un partido por otro, con otra batería de medidas urgentes, con una huelga general, o echándonos a la calle para protestar los unos contra los otros.

Reconocer que el principal problema de España no es Grecia, el euro o la señora Merkel. 
Admitir, para tratar de corregirlo, que nos hemos convertido en un país mediocre.
Ningún país alcanza semejante condición de la noche a la mañana. Tampoco en tres o cuatro años. Es el resultado de una cadena que comienza en la escuela y termina en la clase dirigente.

Hemos creado una cultura en la que los mediocres son los alumnos más populares en el colegio, los primeros en ser ascendidos en la oficina, los que más se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los únicos que votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan, alguien cuya carrera política o profesional desconocemos por completo, si es que la hay. Tan solo porque son de los nuestros.

Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado  natural de las cosas. Sus excepciones, casi siempre, reducidas al deporte, nos sirven para negar la evidencia.

- Mediocre es un país donde sus habitantes pasan una media de 134 minutos al día frente a un televisor que muestra principalmente
basura.

- Mediocre es un país que en toda la democracia no ha dado un solo presidente que hablara inglés o tuviera unos mínimos conocimientos sobre política internacional.

- Mediocre es el único país del mundo que, en su sectarismo rancio, ha conseguido dividir, incluso, a las asociaciones de víctimas del terrorismo.

- Mediocre es un país que ha reformado su sistema educativo tres veces en tres décadas hasta situar a sus estudiantes a la cola del mundo desarrollado.

- Mediocre es un país que tiene dos universidades entre las 10 más antiguas de Europa, pero, sin embargo, no tiene una sola universidad entre las 150 mejores del mundo y fuerza a sus mejores investigadores a exiliarse para sobrevivir.

- Mediocre es un país con una cuarta parte de su población en paro, que sin embargo, encuentra más motivos para indignarse cuando los guiñoles de un país vecino bromean sobre sus deportistas.

- Mediocre es un país donde la brillantez del otro provoca recelo, la creatividad es marginada –cuando no robada impunemente- y la independencia sancionada.

- Mediocre es un país en cuyas instituciones públicas se encuentran dirigentes políticos que, en un 48 % de los casos, jamás ejercieron sus respectivas profesiones, pero que encontraron en la Política el más relevante modo de vida.

- Es Mediocre un país que ha hecho de la mediocridad la gran aspiración nacional, perseguida sin complejos por esos miles de jóvenes que buscan ocupar la próxima plaza en el concurso Gran Hermano, por políticos que insultan sin aportar una idea, por jefes que se rodean de mediocres para disimular su propia mediocridad y por estudiantes que ridiculizan al compañero que se esfuerza.

- Mediocre es un país que ha permitido, fomentado y celebrado el triunfo de los mediocres, arrinconando la excelencia hasta dejarle dos opciones: marcharse o dejarse engullir por la imparable marea gris de la mediocridad.

- Es Mediocre un país, a qué negarlo, que, para lucir sin complejos su enseña nacional, necesita la motivación de algún éxito deportivo.
 
ANTONIO FRAGUAS DE PABLOS (FORGES)
  





Sherlock... buscando pistas




viernes, febrero 01, 2013

VIVIR EN EL PUTO PUEBLO

 “Queréis vivir en un puto pueblo en el quinto coño y enfermar. Y las dos cosas no pueden ser”.  

Masaenfurecida en Twitter
Yo soy uno de esos inconscientes que vive en un puto pueblo. Apenas cien habitantes, en el quinto coño, en mitad del monte y a decenas de kilómetros de la ciudad más próxima. Y fíjese usted que soy caprichoso: en caso de caer enfermo me gustaría contar con una buena asistencia médica. Un soñador castellanomanchego, ya se imaginan. Pensé que como pagaba los mismos impuestos que cualquier otro ciudadano urbanita, tendría sus mismos derechos. Pero María Dolores de Cospedal, la presidenta de esta comunidad, se cuida mucho de recordarme que no, que solo soy un paleto, que bastante tengo con respirar aire puro, que debo conformarme con poner una huerta y que no debería haber apostado por el tercer mundo. Y por si no lo sabía, que las subvenciones que nos concedió Europa durante los últimos años para revitalizar el mundo rural y evitar la despoblación han sido dinero tirado.

“Para cuando llegue la ambulancia ya nos hemos muerto”, dice un vecino de Tembleque, uno de los pueblos de Castilla La mancha en los que se han quedado sin centros de urgencias nocturnas. El Colegio de Médicos tiene una opinión similar: cerrar las urgencias pone en peligro vidas. Para Cospedal la cosa no es para tanto: solo estamos ante “un rediseño de mapas de recursos”.

¿Rediseño de mapas de recursos? Quizá con esa metáfora cartográfica Cospedal nos sugiere que deberíamos abandonar definitivamente el campo, para que volviese a ser un gran coto. Fincas privadas con helipuerto que algunos pocos campesinos palurdos vigilaríamos y conservaríamos llenas de perdices, conejos y venados, sin un solo lobo, para ocio y relax de señoritos cazadores. Ahí tienen al director general del Organismo Autónomo de Parques Nacionales, Basilio Rada, que el pasado 3 de enero participó como invitado en una montería organizada por Alberto Alcocer en una de sus fincas, que incluye una parte del Parque Nacional de Cabañeros. Con dos cojones sangrantes de ciervo sobre la cabeza, como tiene que ser.

El problema quizá sea que los que manejan el cotarro vienen al campo a cazar, pero no a vivir. Los políticos viven en las ciudades. Algunos incluso viven en unas y dicen que trabajan en otras diferentes para cobrar pluses por alojamiento y manutención. Siempre en grandes poblaciones, cerca de esos  hospitales privados tan buenos y tan bien gestionados. María Dolores de Cospedal busca siempre la excelencia en la gestión. Por eso dice que los centros de salud públicos con urgencias nocturnas atienden a poca gente, y por tanto no son rentables. Debería recordar la presidenta que la salud es, ante todo y para todos, un derecho constitucional. Un día incluso podría ponerse en lo peor: por ejemplo en que su marido, el de la señora presidenta, sufriese un dolor en el pecho y falleciese por haber tenido que recorrer más de 50 kilómetros infartado. ¿Seguiría buscando entonces rentabilidad en la sanidad pública?

Los que vivimos en putos pueblos somos ciudadanos de segunda, con las mismas obligaciones que el resto pero menos derechos. Y como por aquí no viene nadie, no tenemos ni el recurso del abucheo. Como a Wert en Sevilla o a Ignacio González allá por donde pisa. ¿Tendremos que esperar a las próximas elecciones? Para entonces por aqui no quedará nada ni nadie…
 

Sherlock... buscando pistas