lunes, mayo 23, 2011

Los votos no lavan la corrupciòn

Comentaba en un artìculo don Luis Garcia Montero que hay algunas declaraciones que demuestran el estado de bajeza al que puede llegar la condición humana. Más que ofender, dejan un sentimiento de desolación. En la inercia de una campaña electoral, la pregunta generalizadora, ¿hasta dónde podemos llegar?, se concreta en una inquietud política: ¿pero en manos de quién vamos a estar? Al votante perplejo le ha molestado profundamente el chiste de FranciscoCamps, presidente de la Generalitat valenciana, sobre la ternura y el cariño que no pudo darle a Rodríguez Zapatero su abuelo. Teniendo en cuenta que el capitán Juan Rodríguez Lozano fue fusilado en 1936 por ser un militar demócrata, la broma nos acerca al estado más puro de la indignidad.

La lista encabezada por Francisco Camps es el más vergonzoso testimonio de convivencia política con la corrupción que se ha dado nunca en la democracia española.

En todas las organizaciones hay sinvergüenzas. Las tentaciones personales son un peligro del que nunca estará a salvo ninguna sigla. Pero la dinámica protagonizada por Camps representa otra cosa: la debilidad del PP a la hora de combatir la corrupción, el pecado mortal democrático de creer que los resultados electorales justifican la indecencia de cerrar los ojos ante una trama de financiación ilegal, apoyada por una televisión autonómica escandalosamente manipulada, que se concreta en regalos personales, ingresos partidistas y la degradación absoluta de la vida cotidiana de una comunidad.

Francisco Camps ha jugado a unir su figura con la identidad valenciana. Eso, que le da muchos votos a él, significa también que la imagen de Valencia se acerca demasiado a una música siciliana. Pretender que los ciudadanos laven públicamente con sus votos lo que es asunto de los tribunales de Justicia, nos acerca no ya a la Italia de Berlusconi, sino a la idea de familia que Francis Ford Coppola inmortalizó en El Padrino.No se lo merece la democracia. Y no se lo merece tampoco la memoria del abuelo de Zapatero. No todos los inconscientes familiares, por complejos que sean, están relacionados con un concepto mafioso de la memoria y de la vida cotidiana.

Partiendo de la base de esta opiniòn de don Luis Garcia, con la que comulgo expresamente, Sherlock y un servidor debemos añadir que se nota la gran capacidad de cultura cacequil que tiene Camps y la baja moral sobre el sentido de limpieza democràtica de los dirigentes de un partido que aspiran a gobernar nuestro Paìs, en especial  de su màxime dirigente que apoyò esta candidatura seguramente como pago por favores recibidos en otros tiempos de este candidato. Pero sobre todo indigna la falta de delicadeza humana tan sutil demostrada por Camps con quien perdiò un ser querido en una aberrante guerra independientemente del signo ideològico. Yo no tengo ni idea de quien era el abuelo de Camps, pero lo que si estoy seguro es que este honorable señor se sentirìa ofendido por tener un nieto tan indecente y con tan pocos escrùpulos que usa el dolor para provecho electoral propio y del partido al que representa. Muchos le habràn votado en estas autonòmicas por tan brillantes palabras, y no les importarà con ello dar una nueva oportunidad a Camps de volver a usar los bolsillos de los valencianos para la hucha del despilfarro y que Camps renueve de nuevo su vestuario tras las elecciones. Como dice el refràn..."A quien Dios se la dè, san Pedro se la bendiga". ... luego no se quejen. De seguro que cada uno tenemos lo que nos merecemos.

Mientras el pueblo no sanee este tipo de personajes, independientemente de las siglas polìticas no tendremos un Paìs como nos merecemos y como deseamos todos los españoles. Es decir, un Paìs libre de corrupciòn y democràticamente limpio. Ya se que democràtico es votar a quien a uno le parezca, sì, democràtico sì es, pero con determinados elementos no es inteligente y ese es el quiz de la cuestiòn. Hay que preguntarse si cuando votamos lo hacemos sabiendo verdaderamente lo que queremos y lo que hacemos o si por el contrario votamos por que asì correspondemos amablemente y como pago al expectàculo ofrecido por un Showman. Deberìamos pensar bien lo que significa introducir un voto en una urna electoral haciendo uso de nuestra libertad democràtica para solicitar lo que queremos en esas urnas, sobre todo si lo que queremos es que no se cachondeen de nosotros y tener una democracia limpia.

Por lo demàs todo correcto. El pueblo ha hablado y ha decidido libremente. Lo incorrecto y lo injusto el griterìo por parte de los seguidores del partido ganador que se dejaba oir... "Esto es democracia no lo de Sol" y otros lamentables gritos mas que no son justificaciòn de un euforia legìtima. Lamentable error con quienes han reclamado sus deseos desde la normalidad, la libertad y el ejemplo de convivencia y respeto.

Mis Felicitaciones democràticas a los ganadores... eso sì... mis felicitaciones a quienes lo hacen limpios de corruptela, el resto... que la Justicia y el pueblo responda.

Y a los perdedores decidle que miren bien que no han hecho bien y tomen nota de los ùltimos acontecimientos en todos los aspectos. La voz del pueblo està no sòlo para oirla si no tambièn para  escucharla.

Y para todos decir... que el pueblo es el que habla, el pueblo es quien decide y que el pueblo es quien en verdad debe gobernar en democracia.



Sherlock... buscando pistas

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