jueves, enero 19, 2012

Fraga podría ir al infierno a pesar de las presiones del Gobierno y el Papa.

Benedicto XVI rezará setecientos cincuenta rosarios

Según la mayoría de los observadores, Manuel Fraga Iribarne podría ir directamente al infierno, sin pasar ni siquiera por el purgatorio. El Ministerio de Asuntos Exteriores, que contaba con la certeza de que el político fuera enviado a la antesala del cielo, ha pedido sin embargo a Su Santidad, Benedicto XVI, que siga rezando mientras continúan los esfuerzos para evitar el ingreso del popular gallego en el Averno. Al parecer, todas las negociaciones oficiales han fracasado estrepitosamente, y ahora sólo se confía en la misión de un comando de la Conferencia Episcopal Española, formado por Rouco Varela y cuatro cardenales valientes, que se trasladarán a la Estación Espacial Internacional para poder realizar las últimas plegarias lo más cerca posible de quien tiene que tomar la decisión. El viaje es complicado y peligroso, sobre todo por la falta de conocimientos de navegación de los tripulantes, aunque se dice que Rouco es un gran aficionado a las motocicletas. Además de las múltiples oraciones que realizarán más allá de la estratosfera, los purpurados llevan también consigo una oferta oficial que plantearía la posibilidad de condenar a doscientos mil parados a cambio de que Fraga ingrese en la zona Vip del purgatorio. Rouco podría ofrecer además el regreso de la Santa Inquisición y volvería a recuperar el Limbo declarándolo parque natural si el político fallecido fuera apartado del infierno. El mismo Mariano Rajoy y Jose María Aznar llevan orando desde hace más de catorce horas para que la misión de la Conferencia Episcopal tenga éxito. Aznar lo hace con sus cilicios habituales, pero Rajoy se ha hecho colocar cinco más y está orando con gran sufrimiento. Según ha sabido esta redacción, los trajes espaciales de los cardenales han costado tanto como dos transbordadores juntos debido al vuelo que han de tener en la parte baja de la túnica y que han complicado enormemente su diseño. El casco de Rouco Varela, con forma de mitra, podría echar a perder la misión, advierten desde la Estación de Seguimiento Espacial de Villafranca del Castillo.

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