miércoles, marzo 16, 2011

Ser Galante


Es cierto que, en otros tiempos, la rodilla desempeñaba un importante papel en la práctica galante.
Cuando el enamorado declaraba su amor a la muchacha de sus sueños, se deslizaba del sofá y quedaba en una extraña postura, con una rodilla apoyada en el suelo.
De todas formas, el invento del motor de explosión dio al traste con todo esto.
El asiento trasero de un coche en un lugar solitario y oscuro, resultó mucho más conveniente que el viejo sofá.
Al cabo de unos años, el sofá se había convertido en una inútil antigualla y la chica de los ensueños tenía tres o cuatro chiquillos.
El vientre, o barriga, es una prominencia del cuerpo humano, especialmente cuando el cuerpo humano bebe mucha cerveza.
En cualquier caso, estoy seguro de que un diseño más inteligente se hubiera reflejado en una mayor eficiencia.
El vientre cumple dos cometidos: retiene lo que comemos, y, lo que es más importante, sostiene nuestros pantalones.
Desgraciadamente, tenemos que respirar, lo que significa que cada vez que aspiramos, los pantalones descienden de cinco a diez centímetros, quedando a media asta.
Esto podía haberse evitado fácilmente prolongando diez centímetros por cada lado, los huesos de las caderas.
Entonces los pantalones colgarían de forma natural, sin necesidad de cinturón o tirantes, y su parte trasera no formaría ese fondillo que parece contener tres o cuatro sartenes.


Groucho Marx



Sherlock... buscando pistas

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario.